El dengue es una enfermedad viral que se propaga a través de la picadura de mosquitos, especialmente del género Aedes. El virus pertenece a la familia Flaviviridae y puede causar síntomas leves o graves. Se presenta en tres fases: febril, crítica y de recuperación.

Se clasifica en diferentes tipos según los síntomas y las pruebas de laboratorio. Algunas formas proporcionan inmunidad a largo plazo, mientras que otras ofrecen protección a corto plazo.

Dengue sin signos de alarma:

Se presenta con fiebre y dos o más de estos síntomas: náuseas, vómitos, sarpullido, dolores musculares, dolor en las articulaciones y otros. Confirmado mediante pruebas de laboratorio.

Dengue con signos de alarma:

Además de los síntomas anteriores, pueden aparecer signos como dolor abdominal intenso, vómitos persistentes, acumulación de líquidos y sangrado. Estos casos requieren hospitalización.

Dengue grave:

Se caracteriza por complicaciones severas, como síndrome de choque por dengue, acumulación de líquido en los pulmones, sangrado grave y daño orgánico grave. Estos pacientes necesitan atención en una unidad de cuidados intensivos.

El dengue es una enfermedad seria, especialmente en áreas endémicas. La prevención de las picaduras de mosquitos es clave, y cualquier persona con síntomas debe buscar atención médica.